Como ya hice anteriormente con la publicación de una entrada sobre la Laguna Grande en la Sierra de Gredos, hoy tambien pretendo alejarme por un momento del insidioso mundo de la «conspiranoia» y abordar otros aspectos de la vida más mundanos, pero no por ello menos interesantes y convenientes. Me refiero al senderismo, ya sea de alta montaña o de cualquier otro tipo, pero siempre en contacto directo con la grandeza de la Madre Naturaleza. El senderismo es una actividad facil de realizar y asequible a cualquier bolsillo. Tan solo es necesario un calzado adecuado a las necesidades de cada uno y un bastón de apoyo, sobre todo para los descensos si es que realizamos una ruta de montaña.
Debo de señalar que llevo poco tiempo en estos lares pero el «enganche» se ha producido de forma espontanea y entusiasta. Las sensaciones que uno siente en medio de la inmensidad y majestuosidad de las montañas no se pueden explicar con palabras. La soledad del caminante cuyos únicos acompañantes en su periplo, son los bosques, las rocas y los habitantes de estos mágicos lugares, hacen que el recorrido se convierta en una experiencia mística y de comunión con la Madre Tierra.
Despues de hacerme la Ruta a la Laguna Grande, en plena Sierra de Gredos, para contemplar el mítico pico Almanzor y su cohorte de picos aledaños, llegué a través de una conversación con un amigo y del buscador de internet, a conocer una nueva ruta por las estribaciones de Gredos.
Se trata de la ruta senderista que conduce a la PEÑA CENICIENTOS en el Sistema Central.
La Peña de Cenicentos, «Buvera»,es una formacion rocosa a 1.252 metros de altura. La peña es homónima del pueblo que descansa al pie de su vertiente meridional. A Cenicientos se llega desde Madrid capital por la M-507, que se coge desde la A-5 en Navalcarnero; al llegar a Cadalso de los Vidrios hay que desviarse por la M-541.
En las cumbres de Peña Buvera, también conocida como peña grande, y la peña chica o silla de caballo comienzan las primeras estribaciones de la Sierra de Gredos, además de ser el lugar donde nace el río Tietar. Existe en estas montañas una gran riqueza faunística y florística de hecho el término municipal de Cenicientos está incluido en una zona de Especial Protección de las Aves, denominada Encinares del río Alberche y Río Cofio, que considera especies protegidas el águila imperial ibérica, buitre leonado, buitre negro, cigüeña negra, águila perdicera y búho real.
Desde el pueblo de Cadalso de Los Vidrios se parte en dirección a Cenicientos por la carretera. Tras recorrer algo más de un kilómetro se llega a un punto donde se situan, a la derecha según el sentido de la marcha, una antena de telefonia movil y una especie de deposito construido con hormigón. Así mismo están instalados en ese mismo lugar unos carteles que nos anuncian el comienzo de la ruta.
Desde ahí parte una pista forestal bastante ancha que nos llevará a la cima de la Peña. En un principio la subida es tranquila, sin grandes desniveles, con amplias panorámicas del pueblo que queda a la izquierda y atravesando un bosque de pinos.
Tras una curva a la derecha se empieza a ganar altura rápidamente en continuo zig-zag dentro del pinar hasta allanar donde está la casilla de la Alberca (4,5 km y 1 hora y 30 min). Aquí el pinar ha dejado paso a una serie de cerros graníticos por los que tendremos que atravesar en continuo sube y baja hasta la Peña, que queda hacia el oeste.
Robles de hojas caducas son compañeros en majadas que desprenden olor de frescor y pureza. Los ejemplares son verdaderos colosos en cuyo tronco esconden la edad que tienen. Cerezas, membrillos, nueces y castañas son los nutrientes que este paraje ofrecen para sustentar a poblaciones de arrendajos, gorriones, rabilargos, tordos, mirlos y urracas. Peña Cenicientos es un mirador privilegiado levantado sobre una inmensa pared de granito, en cuya ascensión podremos asistir al cambio de vegetación, que va de la encina y el pino en las laderas soleadas, al cerezo y el castaño en las umbrías
Tras un último repecho dentro de otro pinar alcanzamos su cumbre (6 km y 1 hora y 30 minutos+descansos).Es un estrecho camino obstruído en alguno de los tramos por el ramaje. La vista que se domina desde este granítico balcón es un buen premio para una buena pateada.
El descenso se efectúa por el mismo camino en sentido contrario. Desde la casa de la Alberca se puede seguir por la cara norte, en paralelo a las cumbres de los cerros y llegar hasta el monte Lancharrasa para ver su castañar, que está en una propiedad privada, con lo que hay que solicitar el permiso correspondiente en el pueblo de Las Rozas de Puerto Real.
Es necesario llevar cantimplora de agua. Sencilla ruta desde el pueblo de Cenicientos a la peña homónima. Camino fácil de seguir por ir por amplias sendas en un pinar. Buenas vistas del valle del Tiétar. Cabe la posibilidad de descender desde la Peña hacia el noreste por el monte Lancharrasa y observar el castañar que se extiende por sus laderas, pero hay que solicitar el permiso correspondiente en Las Rozas de Puerto Real, pues es una finca privada. CARTOGRAFÍA: 1/50.000, hoja 580 del I.G.N. Méntrida.
DATOS DE LA RUTA
Longitud (ida y vuelta): 10 kilómetros.
Desnivel: 300 metros.
Horario M.I.D.E.: 2h30m + descansos
Dificultades:
Técnica: Prácticamente nula. Sólo si se quiere tocar el vértice hay que trepar la roca en que se asienta, de poco más de un metro, con una dificultad mínima (I-).
Tipo de terreno: 4,5 kilómetros por pista de tierra, más los 500 metros de ascensión final (unos 60 de desnivel) por una senda estrecha y más o menos cómoda en la mayor parte del tramo.
Orientación: Muy fácil.
Riesgos: Sólo hay que tener cuidado en la cima al asomarse a la expuesta pared sur.
Esfuerzo físico: Muy bajo.«lo mejor del itinerario es este final en la cumbre de Peña Cenicientos (1.252 metros), las magníficas vistas que desde alli podiamos haber contemplado… la Peña Cadalso, las estribaciones de La Sierra de Gredos, o el pico de la Almenara en la Sierra Malagón. La niebla nos impidio esta magnífica visión. En fin, otra vez será…»
Por último decir que es muy recomendable realizar este tipo de actividad ya que nos conduce a una paz interior sanadora y energetizante.
El senderismo está pensado para aquellas personas a las, que les gusta saborear la vida con todos sus detalles, poco a poco, al ritmo y según el grado de dificultad, que ellos mismos se marcan. No es un deporte competitivo, sino una actividad placentera. La única meta es la que cada senderista se establece.
Subir montañas, pasear por playas, ciudades, senderos…. cualquier sitio es bueno siempre que la compañía y/o las ganas estén presentes.
Sólo o acompañado, en invierno o en verano, llueva o nieve, lo importante es elegir un sendero y tirar «pa´lante».
El senderismo es uno de los deportes más asequibles porque no requiere conocimientos específicos (más allá que la capacidad de leer un mapa) ni tampoco equipamientos caros. Además, pasear es una excelente manera de mantenerse en forma y se considera uno de los «deportes» más sanos, para evitar enfermedades cardiacas, problemas de peso y para adquirir tono muscular. Una delicia total.
Un saludo a la blogosfera despierta.
Esas antenas, habría que orgonizar… si es que no lo están. Saludos.